Aplicaciones personalizadas, la propuesta para la integración ideal de tecnología en la empresa

Cómo arrancar de cero

Crear una app no se da de la noche a la mañana, ni tampoco porque sí. Cada proceso -muy personal para cada caso- tiene un camino y una metodología clave para su creación. Este abarca numerosos caminos que van desde la consultoría, el análisis o el diseño hasta el desarrollo, la implementación, el seguimiento y, por supuesto, su mejora.

Antes de crear una, las empresas deberán entender primero si es lo que necesitan realmente. Una vez resuelto esto, podrán comenzar con el proceso que, de querer ser efectivo, deberán solicitar ayuda. 

Para eso, existen empresas especializadas como Newtech que, desde la cercanía y a través de una consultoría personalizada, acompañan a las compañías que desean crear sus propias apps. Así es como, definidos los ‘pain point’, es decir, sus necesidades, comienza un proceso que puede durar -según el proyecto- entre un mes y 6 meses. Vale aclarar que también están aquellas iniciativas que, en uso, se encuentran en constante evolución por las necesidades que surgen en distintas etapas. 

“Desde que tenemos definido el alcance y el equipo que desarrollará la aplicación, proponemos 2 metodologías de seguimiento de proyecto al cliente. Puede ser un canal en MS Teams donde interactuamos directamente con el equipo de la empresa o generamos reuniones semanales recurrentes”, explica el propio Ceraso.

Una vez concluido el desarrollo, el experto detalla que montan la aplicación en su ambiente de QA (Quality Assurance) “para realizar todo el test y cuando tenemos la aprobación del cliente pasamos a un ambiente productivo”. 

En estos procesos, recalca el valor del ‘sponsor’, la persona encargada de ser el lapso entre la empresa que quiere crear la app y la compañía que lo ayudan a hacerlo, como el caso de Newtech. Sobre este perfil, el Gerente explica que debe entender muy bien el proceso y, sobre todo, conocer los actores, ya que la creación de un nuevo desarrollo puede implicar la participación de numerosas áreas como infraestructura o SAP, por ejemplo. 

Los ‘para qué’

Son infinitas las razones por las que las empresas apelan a la creación de sus aplicaciones. Existen claros ejemplares (y diversos) como la cafetería Starbucks que decidió crear una aplicación para la compra de productos de la tienda o la empresa de logística Andreani que creó un bot de mesa de ayuda donde se automatizan distintos tipos de procesos.

Este último caso es reflejo de una tendencia que está en aumento. La creación y el desarrollo de bots y la automatización de los procesos, son los motivos principales por los que las marcas exploran este universo. Sus beneficios y desarrollo tecnológico amplió su espectro a niveles impensados. 

Por ejemplo, los bots evolucionaron a grandes niveles con la implementación de la Inteligencia Artificial que les permite direccionar las conversaciones a buen puerto. Según una investigación de la CNBC, para 2022, los chatbots podrían ayudar a reducir los costos comerciales en más de US$ 8 mil millones por año. Por otro lado, afirman que, para el 2024, se espera que los bots manejen entre el 75% y el 90% de las consultas.

De esta manera, las empresas empiezan a manifestarse y dar un paso al frente en la creación de nuevas aplicaciones que les permite dar ese gran salto a lo impensado.